domingo, 4 de septiembre de 2011

borrador yo propongo

Elegí hacer un artículo acerca de la reciente movida uruguaya del stand up, porque creo que el artista uruguayo es a veces menospreciado, y deberíamos fomentar todo tipo de expresión en nuestro país. La disciplina está prosperando pero aún no ha tenido aceptación total. Si llegara a desarrollarse apropiadamente la sociedad tendría un aporte muy valioso que es el del humor. El hacer reir es algo hondamente valorable y es un escape social sumamente sano. En una sociedad tan frenética como la de hoy, el humor le pone un alto al estrés cotidiano y se ríe de él. Porque el stand up no busca temas inteligentes sino mundanos, con los cuales el público se identifica. Es un “basta” a la realidad ajetreada en la cual nos vemos sumergidos.

Primero que nada, ¿qué es el stand-up comedy? El “stand up” o “humor de pie” es un subgénero de la comedia en el cual, un comediante, sin escenografía alguna (generalmente detrás de él hay una cortina roja o una pared de ladrillos), expone un monólogo humorístico, pensado y escrito previamente por él. Los monólogos varían en tema, duración, enfoque, tipo de humor, y otros factores. El comediante no es un actor. Le habla directo al público, desde su persona, persona escénica o personaje y comparte y diserta sobre sus inquietudes y puntos de vista de cualquier aspecto de la vida, desde el lado del humor.
El stand up, no es algo nuevo realmente. De hecho, el término se acuña en 1966 en Gran Bretaña, pero sus inicios innominados son más longevos aún. En realidad, su origen no es claro, ya que antes de definirse, su acaparamiento no era tan acotado. Comienza a engendrarse en Estados Unidos y en Inglaterra en el siglo XIIX casi simultáneamente surgiendo como rama de la comedia. Se practicaba en lugares diversos, desde teatros, hasta prostíbulos.
Sin embargo, llega al Uruguay en el 2008, con la llegada del primer espectáculo de audiencia masiva, en el undermovie de Montevideo Shopping: “De Pie” y sobre todo, con el inicio del curso de la productora “Dios los Cría”; “Secretos del stand up”.
“Comediante no se hace, se nace”. Es una creencia popular. Si bien es verdad que para ser comediante uno tiene que tener agallas, algo de inventiva y sobre todo ganas, comediante definitivamente se hace. Si no, puede preguntársele a los más de 100 egresados del curso. Este año se inauguró un segundo curso de la disciplina, dictado por la productora Comosoma X; “Por humor al arte”. De a poco el stand up se está arraigando al territorio charrúa.
Otro impulsor del stand up fue la marca de cerveza Patricia, con sus dos ediciones del concurso “Patricia Stand Up”, que llevó a muchos a armarse de valor, escribir un material y probar suerte en el escenario, habiendo hecho el curso o no.
El hecho de que Montevideo cuente con pocos boliches de stand up, sumado al reducido número de comediantes uruguayos, crea las circunstancias ideales para el surgimiento de los cimientos de una pequeña comunidad de standuperos, ya que la misma gente frecuenta los mismos lugares reiteradamente.
A diferencia de lo que uno podría imaginarse, el perfil del comediante no es el del tipo gracioso, alma de la fiesta, ni mucho menos. Muchas veces son retraídos o tímidos y a diferencia de lo que alegan muchas veces en sus monólogos, todos tienen la autoestima lo suficientemente alta como para subirse a un escenario y ser el centro de atención y aplausos. Además de eso, y de ser amantes del humor, las personalidades de los comediantes son de lo más diversas. Tanto así su perfil socioeconómico. Son en su mayoría de clase media, de todos los barrios, y círculos sociales. No hay una tendencia marcada.

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